El "Tizón" era famoso por echarse a la sombra de la panera de Nicolás, detrás de la fuente, mientras esta existió. Se acercaba despacio, sin correr a la vera de la pared, apoyaba las costillas sobre la pared y, poco a poco se iba deslizando, contra el cemento, hasta que acomodaba toda la osamenta en el suelo. Para entonces ya había echado medio sueño.