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MALVA: Tachuela 37...

Tachuela 37

Sorpresa había en la casa de él de los pájaros. Creían que el pueblo esperaría para abrir el sobre, la fecha puesta era el día grande de las fiestas de la Virgen del Tovar, fiesta de la patrona de Malva, esperaban que por lo que suponía esa fecha, la devoción, la cofradía, la fiesta, el saber que todos los familiares y gentes que por las circunstancias personales o laborales, estaban fuera del pueblo, ese día al pueblo acudirían, o por lo menos intentarán esperar, hasta que los hechos que ocurrirían precipitaran la necesidad de desvelar el misterio. Habría que ponerse manos a la obra, cuanto antes, el tiempo apremiaba, quién sabe si con los datos que la gente ya disponía, aún sabiendo que la clave el pueblo no la tenía completa, lo que les faltaba, alguien poniéndose a investigar podría encontrar, de la misma forma que ellos la habían encontrado.

Por la noche a eso de las dos de la madrugada salen de la casa y se dirigen al Citroen santia que han dejado al lado de la capilla (ruinas de la iglesia de San Juan) están situadas en la parte norte del pueblo, a las afueras donde no vive nadie. Arrancan y se dirigen a la zona de la ermita, pero van directos al Palomar (palomar que era del Sr. Saturnino), la cerradura para el forastero, con el tabardo en la mano, gallego de Combarro, no era problema, no es que con un juego de ganzúas consiguiera abrirla, ese no era su método, la forzaría hasta romperla de forma que por fuera no se notará mucho el desperfecto, saltada la cerradura hubo que apretar con fuerza la puerta, siempre las puertas de los palomares se abrieron mal, detrás de ellas las palominas acumuladas las tienen que arrastrar. Estas palominas, seguramente serán uno de los mejores abonos orgánicos que existirán, antiguamente muy valoradas, se recogían y se vendían o se utilizaban para abonar las tierras, hoy día ya casi nadie se molesta, ni en recogerla. Después de un ruido sordo la puerta cedió, al mismo tiempo el revoloteo de varias palomas rompió el silencio de la noche.
A estos rufianes no les afecto esa sensación extraña y a la vez especial de conciencia intranquila, como si invadiéramos una morada prohibida, que da al atravesar el umbral y entrar en un palomar, esa mirada, sin querer, hacia arriba. Casi siempre que se entra en un palomar, se entra para recoger el fruto de estos, o sea los pichones, que de mil maneras se pueden degustar, en tiempos plato exquisito de ricos y a veces de enfermos. Pichones escabechados, asados, rellenos de frutas o verduras, guisados, con arroz, sin arroz. picantes, estofados, etc.
En los palomares rectangulares, que poseen patios interiores, como era el caso, los tejados de los corredores verterán el agua hacia el interior del patio, debido a que el tejado estará inclinado hacia el patio interior. Esta inclinación será aprovechada por las palomas para tomar el sol al resguardo del viento.
Este tenía un corredor interior que regresaba al lugar de partida, las dos paredes que forman el corredor desde, apenas medio metro del suelo, hasta el mismo techo estaban llenas de huracas que son nichos semicirculares de barro donde anidan las palomas, los nidales. Al patio interior, se accedía por una abertura desde la parte del corredor opuesta a la entrada, en él había una pila de piedra donde tiempo atrás se les echaba agua para que aplacaran sus sed las aves, aquí en estos patios era costumbre echar plantas aromáticas, las palomas son muy limpias y coquetas, se podría hablar de competencia entre los palomares y sus dueños, mejorando la habitabilidad, incrementarás la cantidad.
La sensación de caminar por el interior del palomar es también muy extraña, no hay lo que se entiende por suelo, lo sustituye una amalgama de excrementos, palomina, plumas cáscaras de huevos de palomas y algunos huevos azulados de tordo, esqueletos de palomas, tejones, trozos de adobe, palos rotos, restos vegetales sin identificar, en fin, que las pisadas dejan un ruido extraño y crujiente, un continuo crepitar. Y siempre te encuentras un par de pichones corriendo por el suelo, que no dejan de ser carne de puchero.

Con sus potentes linternas de un primer vistazo.....

Continuará.

Salud.