Tachuela 28
- ¿Si es ahora que tenemos las picas del sereno?
De todas formas, como decía antes, estas cosas pasaban cuando venían forasteros a las fiestas, hoy día vamos a tener que decirle al alcalde, que ponga en el programa de fiestas, que admitiremos burradas por las noches, a ver si se recuperan un poco. Y que no vamos a cobrar peajes de autopistas, para que no tengan que decir como Jose en Portugal rascándose la cabeza- Como untan aquí, con los peajes- Claro, por no guardar cola para retirar el ticket, se metió por “aderentes”, y le cobraron el peaje de la autopista entera.
.
(Heli)... y siguiendo con Poli. Es digna de mención la aventura que tuvo en un piso de Madrid, donde vivía con su hermano Esteban y con Marina.
Esteban había salido al balcón a ver qué se pajareaba, cuando a Poli se le ocurre salir a fumar un cigarro con él.
El tiempo amenazaba tormenta, así que Poli, muy prevenido él, nada más salir del salón, cerró la puerta corredera de la terraza, para que, si se levantaba el airón, no se cerraran las puertas de dentro con la corriente. En lo que no cayó fue que la puerta corredera, como la cierres del todo, ya no se abre más que estando dentro del salón. Así que fumaron, no un cigarro, ni dos,... más de medio paquete y encima, bien arrimaos a la pared, porque, como era de esperar, empezó a jarrear agua, a tronar y a relampampuciar, que daba asco.
- "Mia los pobres"
... y los vecinos de enfrente, alucinaos con el coraje de aquellos dos valientes.
Por no hablar de la cara que ponían con cada relámpago.
Los plomos
Un día en casa de Miguel, andábamos enfafaos con un programa de quinielas, que nos había mandado Herminio, y pretendíamos cargarlo en el ordenador, y de repente, se bloqueó y Miguel como es sabido, no muy puesto en esto de la informática, me dice de repente, ¡esto si lo sé arreglar yo!
Salió corriendo de la habitación (yo pensé a donde irá este) y fue directo a la entrada de su casa a quitar “los plomos”, los volvió a poner y arrancó el ordenador, y se quedó más ancho que largo.
En efecto, todos los caminos van a dar a Roma, vamos que si llama a Iberdrola para que corte la luz del pueblo o de toda la provincia, hubiese tenido el mismo efecto, al dar de nuevo la luz se hubiera reseteado y encendido de nuevo el ordenador.
El 850 de Miguel
Y otra de Miguel. Corrían los años 80, vivíamos en Madrid, yo en el barrio de Aluche, Miguel en Campamento, desde donde se desplazaba a trabajar a la cárcel de Carabanchel, estabamos en mi casa con Isidro, un amigo de Miguel y Jose, bajé con ellos a tirar la basura, pero nos liamos un poco, tomando unos vinos y unas tapas, total que terminamos jugando una partida de mus, en un bar al lado de donde vivía Miguel, pero a la hora de ir desde mi casa a la suya (yo no sabía donde vivía), él con Isidro, tiró delante con su flamante Seat 850 y yo con Jose en mi 127 detrás. En vez de girar a la izquierda para coger la carretera Aluche-Campamento, que va recta hacia su casa, la atravesó, tiró de frente por debajo del túnel del metro, bordeando todo el parque de Aluche, pero todo, ya que está dividido en dos, por la mitad lo atraviesa una carretera, vuelta hacia atrás por el otro lado del parque, hasta coger la misma carretera Aluche-Campamento, pero ya en Campamento, y llegar a su casa. Al bajar de los coches le digo - ¿Para que nos has dado todo este rodeo turístico si es de noche y no se ve nada que merezca la pena? – contesta Miguel......
Continuará.
Salud.
- ¿Si es ahora que tenemos las picas del sereno?
De todas formas, como decía antes, estas cosas pasaban cuando venían forasteros a las fiestas, hoy día vamos a tener que decirle al alcalde, que ponga en el programa de fiestas, que admitiremos burradas por las noches, a ver si se recuperan un poco. Y que no vamos a cobrar peajes de autopistas, para que no tengan que decir como Jose en Portugal rascándose la cabeza- Como untan aquí, con los peajes- Claro, por no guardar cola para retirar el ticket, se metió por “aderentes”, y le cobraron el peaje de la autopista entera.
.
(Heli)... y siguiendo con Poli. Es digna de mención la aventura que tuvo en un piso de Madrid, donde vivía con su hermano Esteban y con Marina.
Esteban había salido al balcón a ver qué se pajareaba, cuando a Poli se le ocurre salir a fumar un cigarro con él.
El tiempo amenazaba tormenta, así que Poli, muy prevenido él, nada más salir del salón, cerró la puerta corredera de la terraza, para que, si se levantaba el airón, no se cerraran las puertas de dentro con la corriente. En lo que no cayó fue que la puerta corredera, como la cierres del todo, ya no se abre más que estando dentro del salón. Así que fumaron, no un cigarro, ni dos,... más de medio paquete y encima, bien arrimaos a la pared, porque, como era de esperar, empezó a jarrear agua, a tronar y a relampampuciar, que daba asco.
- "Mia los pobres"
... y los vecinos de enfrente, alucinaos con el coraje de aquellos dos valientes.
Por no hablar de la cara que ponían con cada relámpago.
Los plomos
Un día en casa de Miguel, andábamos enfafaos con un programa de quinielas, que nos había mandado Herminio, y pretendíamos cargarlo en el ordenador, y de repente, se bloqueó y Miguel como es sabido, no muy puesto en esto de la informática, me dice de repente, ¡esto si lo sé arreglar yo!
Salió corriendo de la habitación (yo pensé a donde irá este) y fue directo a la entrada de su casa a quitar “los plomos”, los volvió a poner y arrancó el ordenador, y se quedó más ancho que largo.
En efecto, todos los caminos van a dar a Roma, vamos que si llama a Iberdrola para que corte la luz del pueblo o de toda la provincia, hubiese tenido el mismo efecto, al dar de nuevo la luz se hubiera reseteado y encendido de nuevo el ordenador.
El 850 de Miguel
Y otra de Miguel. Corrían los años 80, vivíamos en Madrid, yo en el barrio de Aluche, Miguel en Campamento, desde donde se desplazaba a trabajar a la cárcel de Carabanchel, estabamos en mi casa con Isidro, un amigo de Miguel y Jose, bajé con ellos a tirar la basura, pero nos liamos un poco, tomando unos vinos y unas tapas, total que terminamos jugando una partida de mus, en un bar al lado de donde vivía Miguel, pero a la hora de ir desde mi casa a la suya (yo no sabía donde vivía), él con Isidro, tiró delante con su flamante Seat 850 y yo con Jose en mi 127 detrás. En vez de girar a la izquierda para coger la carretera Aluche-Campamento, que va recta hacia su casa, la atravesó, tiró de frente por debajo del túnel del metro, bordeando todo el parque de Aluche, pero todo, ya que está dividido en dos, por la mitad lo atraviesa una carretera, vuelta hacia atrás por el otro lado del parque, hasta coger la misma carretera Aluche-Campamento, pero ya en Campamento, y llegar a su casa. Al bajar de los coches le digo - ¿Para que nos has dado todo este rodeo turístico si es de noche y no se ve nada que merezca la pena? – contesta Miguel......
Continuará.
Salud.