Ofertas de luz y gas

MALVA: A llevar el negocio le ayudó, hasta que falleció, una...

A llevar el negocio le ayudó, hasta que falleció, una mujer que yo no conocí, pero que debió tener un gran corazón, a juego con el de Juanjo. Mientras tuvo el bar, cerraba todos los miércoles para que no le faltaran unas flores.
Tenía una boca como un carretero, sobre todo si le pedías que te sirviera alguna consumición:
-Ponme un botellín, Juanjo.
-Vete a tomar por culo, me cago en D... Póntelo tú, si quieres.
Eran voces de intimidación para cualquiera que fuera a su bar por primera vez, pero para los que ya le conocíamos, eran como el saludo protocolario.