En la portalada, tampoco lo pasábamos mal, jugando a "la pulga y el piojo, que se quema el manojo", al "cinto", a "zorro, pico, zaina". A "hierro" en el resbalino de Juan Misol, a "tres marinos en la mar, otros tres en busca van", a "la madre", a "las conejeras" en la caseta de David, al "colo" en la capilla o en la panera de Nicolás. Y eso que yo ya no me acuerdo de los petacos y encima estoy malito, que si no...