MALVA: La otra vez, a la que me refería antes, fue cuando...

La otra vez, a la que me refería antes, fue cuando pagó la consumición que habíamos tomado en el bar Rufino, del parque de Garrido. Le había dado al camarero un billete de veinte duros y esperaba, no fuera a ser que se le olvidara, la vuelta con tal ansia que no le quitaba ojo. El mozo empezó a soltar las monedas en el plato al tiempo que las contaba, hasta que le llamaron la atención de una de las mesas y dejó de echarlas para contestar a quienes le reclamaban. Fede no veía la hora de guardar la vuelta en el bolso, así que, sin el más mínimo rubor, le dio en la mano al camarero para que terminara de soltarlas y se dejara de bobadas.