Cuando fueron haciéndose mayores, salían de fiesta Joaquín, Resti y Tinín, el Grillo, en un SEAT 1200 negro, con el asiento delantero corrido, de manera que iban los tres juntos, de conversación, tan ricamente. Resti compró, unos años más tarde, un SEAT 600, que sirvió para jubilar al 1200 del asiento corrido. Lo que pasa es que como tenían la costumbre de ir los tres juntos, en el 600 se veían negritos, para conseguirlo y ninguno quería viajar solo, en el asiento de atrás.
Si tendrían aguante, que una vez vi a Tinín, estar más de dos horas subido en el hierro de apoyar los pies que tenía la barra del bar de Honorato, el de Gallegos, preguntándole, cada vez que el dueño se acercaba por allí:
-“Pero vamos a ver, ¿por qué me dice usted que Benegiles no es Fresno?”
... y con razón.
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Si tendrían aguante, que una vez vi a Tinín, estar más de dos horas subido en el hierro de apoyar los pies que tenía la barra del bar de Honorato, el de Gallegos, preguntándole, cada vez que el dueño se acercaba por allí:
-“Pero vamos a ver, ¿por qué me dice usted que Benegiles no es Fresno?”
... y con razón.
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