Lo dicho, entre arte sublime y recogedero de basura, que cada uno se ponga dónde quiera. Como decía Crisantos: "Yo ni digo que sí, ni digo que no".
Excepto en lo de los bloque de cemento en plena naturaleza: un espanto.
Excepto en lo de los bloque de cemento en plena naturaleza: un espanto.