Nos vamos a un pueblo de Madrid que se llama Villa del Prado, exactamente a una urbanización que se llama El encinar del Alberche, que como bien dice su nombre está en un encinar entre montes y el rio Alberche, que no albérchigo. Un sitio maravilloso y con todo lujo de comodidades. Entre Madrid y Ávila. No está mu lejos. No tenemos mar, pero tenemos piscina a pié de cama para nosotros solos, monte y tranquilidad.
Seguro que vais a disfrutar más que un marrano en un charco. A mí todavía me quedan tres semanas enteritas. Las más largas y pesadas.