Todas las tardes teníamos algún rifirrafe, porque cuando le pedíamos a Pon que pusiera la radio para enterarnos de cómo iban los partidos, él apretaba, con el dedo encorchado, al casette de Los Módulos, del Perales o de Julio Iglesias y no había forma de saber cómo iban ni el Madrid, ni el Barcelona, ni siquiera el Bilbao, que era el equipo de Pon. Y es que ahora ponen los goles sesenta veces en todos los telediarios, pero antes había que esperar al atardecer del lunes, para verlos en la moviola, y eso, si habían llegado las imágenes a los diferentes centros regionales de TVE. El caso es que, si no era por el fútbol, era por los toros pero siempre tenía que haber alguna pelotera.