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MALVA: Crónicas de una letra minúscula....

Crónicas de una letra minúscula.

Preocupación por el prójimo

Uno de los problemas que tiene, el contar chascarrillos de nuestro pueblo, es el miedo a que alguien se sienta ofendido, por eso a veces, no queda más remedio, que recurrir al anonimato de los personajes, como es el caso que nos ocupa hoy. Le he cambiado el nombre a la señora, poniéndole uno que creo no haber oído en Malva, Simona.

Paseando D. Honorio, por una calle, en las cercanías de la plaza mayor de Malva, un día soleado, de verano con una suave y agradable brisa, de esas que te da gusto andar pronto y de mañana.
Cuando al pasar por la puerta de la señora Simona, una señora con fama de mucho genio y no menos malas pulgas.
Buenos días nos de Dios. ¿Que tal hemos descansado hoy? Le pregunta D. Honorio a la mujer que estaba sacudiendo el trapo del polvo en su puerta.
Esta, levantando la cabeza, y dejando de menear el trapo le contesta:
Y a usted que coños le importa como he descansado yo.
Hombre como no me va a importar, siendo como soy veterinario, me preocupa y mucho, el estado de todas las caballerías.

Salud