Hola, Heli, la crónica de hoy ha sido desternillante, ya me imagino a Pon guardando el billete de 500, con el cigarrico entre los labios, como su padre con la faria, porque el no fumaría farias entonces ¿no?
Entonces fumaba Jean.
Y desde su más tierna infancia no ha parado de darle al peta, se dice bien.