3 meses GRATIS

MALVA: Don Juan no se podía creer que mi tío no fuera cómodo...

Don Juan no se podía creer que mi tío no fuera cómodo en el automóvil, hasta que, mirando por el espejo retrovisor, lo vio con los pies en el asiento, el culo en el respaldo y los riñones y el espinazo empotrados en el techo.
- Pero ¡bájate de ahí, hombre, bájate de ahí! Le recomendó el abogado, sin pasarle minuta ninguna, según se comentó posteriormente.