De una época más antigua, de la que yo casi ni me acuerdo, era, un personaje muy peculiar y querido, al menos para mí: mi tío Ángel el Chicha. Tenía una forma de hablar que llamaba mucho la atención. Cuando quería intervenir en alguna conversación, empezaba diciendo: “Desde aquí te digo, chacho, que... “ o cuando alguien no se había encomendado a santo ninguno, él decía que no “anduvo con músicas celestiales”.