Ofertas de luz y gas

MALVA: Seguían con el pico abierto, como los cigüeños en el...

Seguían con el pico abierto, como los cigüeños en el nido, cuando en la siguiente volación del camarero, Miguel le volvió a preguntar:
- ¿No tendrías un poquito de oreja?
-Creo que sí hay, dijo el camarero.
-Pues venga p’acá, una de oreja. ¡Ah y esta vez, nos pones dos cañas, que son más grandes!

Como ya casi no quedaban ni ternillas que rungar, Miguel le insistía al camarero en otro festín:
- ¿Y lengua? ¿tendrías lengua?
-Voy a ver, dijo el camarero.