En esto que Miguel, como de costumbre más lanzado a tirarse al ruedo, le preguntó al camarero, que pasaba cerca de ellos:
-Oye, ¿tenéis algo de comer? ¿algún pincho o algo así?
-Pues sí, pero está en la cocina y os lo tendría que calentar.
-Pero, ¿tienes callos?
-Si.
-Pues venga, pon una ración, que yo creo que la venimos a comer.
-Oye, ¿tenéis algo de comer? ¿algún pincho o algo así?
-Pues sí, pero está en la cocina y os lo tendría que calentar.
-Pero, ¿tienes callos?
-Si.
-Pues venga, pon una ración, que yo creo que la venimos a comer.