Crónicas de una letra minúscula.
Un rosco un poco raro.
Solo me ocurre algunos Sábados, algunos Domingos o algunas fiestas de guardar.
No sé exactamente que es, no sé sí es una sensación o una ilusión, no sé sí es virtual, óptica, física, química, incluso matemática o de otra naturaleza.
Tampoco sé sí solo me pasa a mí, por eso lo cuento.
Cuando té despiertas por la mañana, esos días que no tienes que madrugar, y té quedas un rato más en la cama.
Echado y poniéndote boca abajo, apoyando la frente y los ojos cerrados en la almohada, presionando ligeramente, esperas un momento y a veces aparece, no siempre, en medio de la oscuridad una especie de rueda o anillo dinámico tipo donut, éste tiene un color que oscila entre azul cielo y morado claro, con los bordes imprecisos, amarillos o verdes, el centro se presenta negro como la parte externa del anillo. Imaginar un donut, la parte que se ve en colores claros es la comestible, el resto la oscuridad.
La separación entre la parte que se ve en color y la oscuridad esta delimitada por una línea muy quebrada en continuo movimiento y formación, unas veces avanza otras retrocede, oscila aumentando o disminuyendo el tamaño del rosco formado, a modo de figuras fractales.
Hay veces que lo estas viendo sin querer un buen rato, y otras, que pretendes fijarte bien en los colores y desaparece, y no lo vuelves a ver, o aparece intermitentemente.
A veces la parte oscura central, aumenta de tamaño, por un solo lado, uniéndose a la parte externa del rosco, pasando de ser, una isla en el centro a una península, o una especie de ameba, caníbal. Entonces el rosco se convierte en una “c”, como si la oscuridad se hubiera comido un trozo de donut.
A veces lo ves claro.
A veces no sabes si lo ves.
A veces no sabes si lo has visto.
Salud.
Un rosco un poco raro.
Solo me ocurre algunos Sábados, algunos Domingos o algunas fiestas de guardar.
No sé exactamente que es, no sé sí es una sensación o una ilusión, no sé sí es virtual, óptica, física, química, incluso matemática o de otra naturaleza.
Tampoco sé sí solo me pasa a mí, por eso lo cuento.
Cuando té despiertas por la mañana, esos días que no tienes que madrugar, y té quedas un rato más en la cama.
Echado y poniéndote boca abajo, apoyando la frente y los ojos cerrados en la almohada, presionando ligeramente, esperas un momento y a veces aparece, no siempre, en medio de la oscuridad una especie de rueda o anillo dinámico tipo donut, éste tiene un color que oscila entre azul cielo y morado claro, con los bordes imprecisos, amarillos o verdes, el centro se presenta negro como la parte externa del anillo. Imaginar un donut, la parte que se ve en colores claros es la comestible, el resto la oscuridad.
La separación entre la parte que se ve en color y la oscuridad esta delimitada por una línea muy quebrada en continuo movimiento y formación, unas veces avanza otras retrocede, oscila aumentando o disminuyendo el tamaño del rosco formado, a modo de figuras fractales.
Hay veces que lo estas viendo sin querer un buen rato, y otras, que pretendes fijarte bien en los colores y desaparece, y no lo vuelves a ver, o aparece intermitentemente.
A veces la parte oscura central, aumenta de tamaño, por un solo lado, uniéndose a la parte externa del rosco, pasando de ser, una isla en el centro a una península, o una especie de ameba, caníbal. Entonces el rosco se convierte en una “c”, como si la oscuridad se hubiera comido un trozo de donut.
A veces lo ves claro.
A veces no sabes si lo ves.
A veces no sabes si lo has visto.
Salud.