Miguel, que parece que no, pero que no se le escapa ningún detalle, quiso salir en auxilio de todos, solventando, por la vía rápida, tantas dudas como tenían unos y otros acerca de los famosos toros y les dejó caer, seguro de dar con la solución:
-Pero ¿no eran los que pastaban en esa finca que hemos dejado a la derecha, un poco más atrás?
- Anda, calla y tira pa’lante, brutallón, que eres un brutallón, le corrigió el Comandante.
Por eso, tampoco tiene afición a los toros.
-Pero ¿no eran los que pastaban en esa finca que hemos dejado a la derecha, un poco más atrás?
- Anda, calla y tira pa’lante, brutallón, que eres un brutallón, le corrigió el Comandante.
Por eso, tampoco tiene afición a los toros.