Tiene razón Miguel en lo que dice sobre la conversación de PON y JMG. Es como la que tuvieron hace años en una discoteca en Zamora. Uno, no oye nada de un oido y el otro, no ve de un ojo, así que con la música de la discoteca a todo trapo, no eran capaces de entenderse nada de nada. Se vieron negros para hacer coincidir la oreja buena y el ojo sano, pero antes se tuvieron que dar tres o cuatro besos y otros tantos coscorrones.