A ver si me deja meter esta anécdota:
Como ya sabemos, en Malva había mucha afición a las vaquillas, hasta el punto de que, un año, tuvo que ser Valentín, el de los treinta y tantos motes, el que hiciera de matador de una de ellas, porque el que cobró como tal, no fue capaz de hacerlo. Era el gran matador Pablo Gómez el Divino, cuya actuación en la plaza de toros de Malva, no le abrió puerta ninguna, ni grande, ni pequeña.
Como ya sabemos, en Malva había mucha afición a las vaquillas, hasta el punto de que, un año, tuvo que ser Valentín, el de los treinta y tantos motes, el que hiciera de matador de una de ellas, porque el que cobró como tal, no fue capaz de hacerlo. Era el gran matador Pablo Gómez el Divino, cuya actuación en la plaza de toros de Malva, no le abrió puerta ninguna, ni grande, ni pequeña.
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