Durante los tres días nos preguntamos varias veces quién sería aquel hombre, de qué pueblo sería y en casa de quién estaría, pero nadie contestaba nada, hasta que alguien volvió a preguntar de nuevo su procedencia y PON, ya no puedo aguantar más y contestó:
-“Lo han traído pa sacar las liebres de las cantarillas”.
-“Lo han traído pa sacar las liebres de las cantarillas”.