También se olvida una de los nombres de la gente. Pero no de la gente extraña, que también, sino de los más allegados. Cuando quieres llamar a alguien, dices los nombres de todos tus conocidos, y el que quieres decir.... el último. A mi abuela le pasaba con sus hijos y con sus nietos. Si quería nombrar a uno de sus cuatro hijos, el cuarto era el buscado. Pero si quería nombrar a alguno de sus nietos le pasaba lo mismo, y tenía 15, asi que no os digo nada. En eso hemos ganado algo, no tenemos tantos hijos, y mucho menos tantos nietos. Acabamos antes. Afortunadamente.