7. Respira. Una de las primeras respuestas fisiológicas que cambia cuando tus emociones se transforman es la respiración. Por ejemplo, cuando comienzas a estresarte tu respirar se tensa y se hace cada vez menos profundo. Cuando necesites inyectarte energía instantánea, sólo respira; más oxígeno en tu organismo a través de una profunda respiración se traduce en una mayor generación de energía.