Y casi es mejor no verlo. ¡Qué jartón de llorar, a "ná" que te descuides!
No cabe duda que está bien hecho, es sensiblero y apela al "por si acaso" y "no vaya a tocar y sea yo el único tonto que no lleve". Además nos propone el juego de la loteria como la única solución posible a los problemas y de paso el fisco recauda el 20%. A eso se llama hacer el agosto en diciembre.