Una vez finalizada la misa, ¡hala! al convite, con la consabida limonada fresquita y deliciosa y pinchos a tuti plen buenísimos: tortilla, empanadillas, morro, callos, jamón, salchichón, chorizo, pimientos.... y un largo etc. que ni recuerdo. Pero lo mejor de todo esto, los saludos besos y abrazos de todo el mundo a todo el mundo. Más de una lágrima he visto esa mañana, y a más de uno.