Y para colmo, está mañan, con las ráfagas de aire y lluvia que se prepararon de repente, se me cayó una rama enorme a un metro de mis pies. Un poco más y no os lo podría estar contando esta noche. El susto que me llevé fue morrocotudo, como dirían en Malva.
Espero que te hayas recuperado del susto maja. Yo todavía recuerdo la caida de una cigüeña en mis pies, hace unos años.