Ayer hubo un amago de
nieve pero se quedó en eso. Pero no hay que ver cómo baja el Duero. Impresionante. Parte de los
paseos por los que suelo ir todos los días, ayer y hoy están anegados. El
agua baja
color café con leche y con una fuerza que marea sólo de mirarla. Es todo un espectáculo.