Felicidades Nestor, y a tu tio Heli decirle que ha equivocado la profesión. Vivencias de antaño, de los quehaceres cotidianos, las describe tan maravillosamente bien y de una forma tan sencilla, que me parece que estoy viendo a Quico trancando la cochera y a Heliodora con el badil en la mano quitando la ceniza de la gloria. Eres un fenómeno Heli.