[la ermita] Bueno pues a ver si mañana, alrededor de la 11, podemos destripar algún terrón de Santa Justa p’allá. No sería malo encontrarse algún carro atollao, alguna mula que se ha marchao desbocada, algún marrano hozando en la pocilga, alguna gallina picoteando en el mudadal, algún parroquiano tirando guano con el saco al hombro,... Sería señal de que no ha pasado tanto rato ¿verdad?.
Pero me temo que to lo más que veamos sea... ¡una burra sentada en un rebanzón, pelando una naranja! Con perdón de mi primo. Y eso si coincide que pasamos por la parte suya y no está dando una cabezada en un pedrón de cantos. O tal vez a Julio o a Francisco apoyaos en la cayada echando un cigarro en alguna obrigada. ¿Se sabe si han declarado las obrigadas como zonas sin humo o han quedao exentas? Bajaré la voz para no darles ideas. ¡Ah y a Jandro en el puente, controlando todo el movimiento de personal!
Geño, si me estás escuchando, mañana no pongas lumbre en la caseta porque lo mismo entra bastante personal por la carretera Villalube y como nos dé por parar a todos te acabamos con el vino y el chorizo. Luego no digas que no te lo he dicho.
Pa’ bien ser, entre una y cuarto y una y veinte, estar tomando un vinico en ca’ Baudilia, otro en c’Adela, vuelta p’acá y vuelta p’allá, hasta que esté puesta la mesa. A que se sientan los hombres pa’un lao y las mujeres pa’otro. Ya lo verás.
Con el primer plato que no se me olvide tomar el Zyloric de 100 y dos de Omacor que luego pasa lo que pasa. Luego, si eso, un café, un chupito y, si hacéis caso de mi, podéis hacer lo que os dé la gana. Si queréis echar un partidita, pues un partidita. Que queréis mejor un paseo y así aprovecháis pa’ encalomaros una buena faria o un puro, pues un paseo y echar humo con alma. A mí, como si queréis ir a correr pa’ La capilla.
Pues mira, no sería mala idea y, si alguien se acuerda de cómo era, que pinte un par de ellos en la tierra y jugamos un rato al cacho. Con tal de ver a las mujeres dando saltos y escarranchadas, lo que sea. Porque lo de los petacos va a ser más difícil: igual encontramos un buen pate, pero ¿quién tiene petacos y tarusa?. Descartaremos lo de las tabas y las mecas por no bardarnos las rodillas.
Tampoco son aconsejables, creo yo, “la pulga y el piojo” y esos juegos de empuje por el daño que podían sufrir las costillas... y lo que no son las costillas. El colo también es buena gana porque ni tenemos pelota ni creo que encontremos un sitio donde no pique, así que mejor dejarlo.
Eso sí, cuando hayamos hecho una miajinina de hambre, un par de cortos y que Adela vaya calentando las sobras, o las sopas, o lo que sea de razón y... ¡leña con la cuchara!.
Ya por la noche y si el cuerpo aguanta, unos cubatitas, unas partiditas, o el fútbol que también es otra opción y poco a poco a recogerse cada uno dónde le dejen. ¿Ves? Ya se me olvidaba tomar el Amaryl 100 y la Atorvastatina 20. ¡Si es que como no esté una encima...!
Aunque en Cáceres ya hace un calor del demonio, estoy leyendo que por Zamora hay niebla y me imagino que las noches todavía serán frías con alma. Me acuerdo, como si fuera ahora, lo bien que venía, en aquellas noches de invierno, que te ciñeran la ropa de la cama contra los riñones y la espalda... ¡cómo sabían cuidarnos las madres! ¡Quiera Dios que estén todas bien atendidicas, hasta las que ya tiene a su cargo!
Hala majos, hasta mañana si eso.
Pero me temo que to lo más que veamos sea... ¡una burra sentada en un rebanzón, pelando una naranja! Con perdón de mi primo. Y eso si coincide que pasamos por la parte suya y no está dando una cabezada en un pedrón de cantos. O tal vez a Julio o a Francisco apoyaos en la cayada echando un cigarro en alguna obrigada. ¿Se sabe si han declarado las obrigadas como zonas sin humo o han quedao exentas? Bajaré la voz para no darles ideas. ¡Ah y a Jandro en el puente, controlando todo el movimiento de personal!
Geño, si me estás escuchando, mañana no pongas lumbre en la caseta porque lo mismo entra bastante personal por la carretera Villalube y como nos dé por parar a todos te acabamos con el vino y el chorizo. Luego no digas que no te lo he dicho.
Pa’ bien ser, entre una y cuarto y una y veinte, estar tomando un vinico en ca’ Baudilia, otro en c’Adela, vuelta p’acá y vuelta p’allá, hasta que esté puesta la mesa. A que se sientan los hombres pa’un lao y las mujeres pa’otro. Ya lo verás.
Con el primer plato que no se me olvide tomar el Zyloric de 100 y dos de Omacor que luego pasa lo que pasa. Luego, si eso, un café, un chupito y, si hacéis caso de mi, podéis hacer lo que os dé la gana. Si queréis echar un partidita, pues un partidita. Que queréis mejor un paseo y así aprovecháis pa’ encalomaros una buena faria o un puro, pues un paseo y echar humo con alma. A mí, como si queréis ir a correr pa’ La capilla.
Pues mira, no sería mala idea y, si alguien se acuerda de cómo era, que pinte un par de ellos en la tierra y jugamos un rato al cacho. Con tal de ver a las mujeres dando saltos y escarranchadas, lo que sea. Porque lo de los petacos va a ser más difícil: igual encontramos un buen pate, pero ¿quién tiene petacos y tarusa?. Descartaremos lo de las tabas y las mecas por no bardarnos las rodillas.
Tampoco son aconsejables, creo yo, “la pulga y el piojo” y esos juegos de empuje por el daño que podían sufrir las costillas... y lo que no son las costillas. El colo también es buena gana porque ni tenemos pelota ni creo que encontremos un sitio donde no pique, así que mejor dejarlo.
Eso sí, cuando hayamos hecho una miajinina de hambre, un par de cortos y que Adela vaya calentando las sobras, o las sopas, o lo que sea de razón y... ¡leña con la cuchara!.
Ya por la noche y si el cuerpo aguanta, unos cubatitas, unas partiditas, o el fútbol que también es otra opción y poco a poco a recogerse cada uno dónde le dejen. ¿Ves? Ya se me olvidaba tomar el Amaryl 100 y la Atorvastatina 20. ¡Si es que como no esté una encima...!
Aunque en Cáceres ya hace un calor del demonio, estoy leyendo que por Zamora hay niebla y me imagino que las noches todavía serán frías con alma. Me acuerdo, como si fuera ahora, lo bien que venía, en aquellas noches de invierno, que te ciñeran la ropa de la cama contra los riñones y la espalda... ¡cómo sabían cuidarnos las madres! ¡Quiera Dios que estén todas bien atendidicas, hasta las que ya tiene a su cargo!
Hala majos, hasta mañana si eso.