De este golpe desapareció parte del pedal izquierdo, quedando como el otro, con el eje.
Poco a poco fuimos aprendiendo a andar, y ala vez arreglar las averías que daba, o la arreglabas tú o te quedabas sólo sentado en la plaza como un bobo, mientras los demás toda la tarde calle arriba, calle abajo. No existía eso de ir a tu padre con la rueda pinchada a que te la arreglara.
Poco a poco fuimos aprendiendo a andar, y ala vez arreglar las averías que daba, o la arreglabas tú o te quedabas sólo sentado en la plaza como un bobo, mientras los demás toda la tarde calle arriba, calle abajo. No existía eso de ir a tu padre con la rueda pinchada a que te la arreglara.