Y CONTINUA
Tener un cacho de corral para hacer en él las necesidades, criar unas gallinas que las aprovecharan, y una coneja, alimentadas de “cogido” las camadas, suponía media supervivencia. Si había sitio para una pocilga con huésped, alimentado con la respiga, eso era un lujazo, y más cuando de la matanza se cambiaban los jamones por los mismos kilos de tocino.
Tener un cacho de corral para hacer en él las necesidades, criar unas gallinas que las aprovecharan, y una coneja, alimentadas de “cogido” las camadas, suponía media supervivencia. Si había sitio para una pocilga con huésped, alimentado con la respiga, eso era un lujazo, y más cuando de la matanza se cambiaban los jamones por los mismos kilos de tocino.