Alma, sus labios divinos,
cuantos vamos a rogarle,
aunque con vinagre y hiel
darán respuestas suaves.
Llegad a la Virgen bella
y decidla con el ángel:
Ave, quitad su amargura
pues de gracia sois el ave.
Sepa el fruto al vientre santo
y a la dulce palma el dátil,
el alma tiene a la puerta,
no tengan hiel los umbrales.
cuantos vamos a rogarle,
aunque con vinagre y hiel
darán respuestas suaves.
Llegad a la Virgen bella
y decidla con el ángel:
Ave, quitad su amargura
pues de gracia sois el ave.
Sepa el fruto al vientre santo
y a la dulce palma el dátil,
el alma tiene a la puerta,
no tengan hiel los umbrales.