LA OPINIÓN DE ZAMORA
La lámina de mañana (HOY) recoge la «Última Cena»
La obra original, de Baltasar de Coca y Antonio de Canseco, radica en Malva
Tras la entrega hoy de la lámina «Entrada Triunfal en Jerusalén», la colección «15 Joyas de la Pasión de Zamora» se traslada hasta la iglesia parroquial de San Miguel, en la localidad de Malva. Allí se conserva una madera dorada y estofada titulada «Última Cena», que recoge el momento del misterio pascual en el que Jesús se dirige a sus discípulos antes del inminente prendimiento y el inicio de la Pasión.
El trabajo fue realizado por Antonio Canseco, artista que falleció antes de finalizarla. Baltasar Coca, pintor, dorador y estofador vallisoletano establecido en Toro a finales del siglo XVI se encargó de finalizar el trabajo que se recoge en la ilustración de hoy. En este caso, hay que destacar la técnica del estofado, que se realizaba en algunos casos sobre la madera. Además del trabajo habitual, el artista aplica una capa de pan de oro antes de realizar la pintura. Una vez acabada, el estofador se dedicará a estraer el componente dorado con la ayuda de un punzón. Además, esta obra sigue los cánones de un grabado en madera del artista alemán Alberto Durero.
La lámina de mañana (HOY) recoge la «Última Cena»
La obra original, de Baltasar de Coca y Antonio de Canseco, radica en Malva
Tras la entrega hoy de la lámina «Entrada Triunfal en Jerusalén», la colección «15 Joyas de la Pasión de Zamora» se traslada hasta la iglesia parroquial de San Miguel, en la localidad de Malva. Allí se conserva una madera dorada y estofada titulada «Última Cena», que recoge el momento del misterio pascual en el que Jesús se dirige a sus discípulos antes del inminente prendimiento y el inicio de la Pasión.
El trabajo fue realizado por Antonio Canseco, artista que falleció antes de finalizarla. Baltasar Coca, pintor, dorador y estofador vallisoletano establecido en Toro a finales del siglo XVI se encargó de finalizar el trabajo que se recoge en la ilustración de hoy. En este caso, hay que destacar la técnica del estofado, que se realizaba en algunos casos sobre la madera. Además del trabajo habitual, el artista aplica una capa de pan de oro antes de realizar la pintura. Una vez acabada, el estofador se dedicará a estraer el componente dorado con la ayuda de un punzón. Además, esta obra sigue los cánones de un grabado en madera del artista alemán Alberto Durero.
