Una vez que llegó a oídos de Javi el de Don Carlos, que me ganaban todas las tardes, empezó a venir conmigo y se acabaron los abusos. No volvieron a ganar de manera ninguna, ni siquiera convenciendo a Jesús Ángel de que no jugara con nosotros, que éramos los forasteros.
Mensaje
Me gusta
No