MALVA: ¡Qué bien hiciste, Señor,...

¡Qué bien hiciste, Señor,
que fuese muerto José!
que con ser padre adoptivo
no hubiera fuerzas en él.
De veros en un pesebre
oró de amor en Belén,
qué hiciera si tal os viera
vuestros años treinta y tres.
Gran maldad hizo el amigo
que cenó con vos ayer,
pues todo el valor del cielo
dio por tan poco interés.
Los que ayudaros juraron
lo cumplen tan al revés,
que hasta los gallos que cantan
dicen que los falta fe.