A Pon se le hacía larga la espera, así que bajó del
coche y se apoyó en la parte trasera a echar un cigarro mientras miraba a ver si se acercaba alguna luz de coche. De repente, aparecen unos
faros a lo lejos y Pon pensó “debe ser ese” al tiempo que se acercó a la ventanilla a advertírselo a Fede.