Compramos energía a futuro

MALVA: Una vez, el cristal que se rompió fue el de la puerta...

Una vez, el cristal que se rompió fue el de la puerta del copiloto del 600. Mientras venía José Luis, el de Cayetano, a arreglarlo, teníamos que ir tirando como fuera para no perdernos ninguna fiesta. Así que para no dejarlo desprotegido, sin cristal, con el riesgo de que nos lo robaran, lo arrimaba todo lo que podía a una pared, y así no podía entrar nadie.