Sí que me gustaría decir que para medir las distancias entre tarusa y monedas y entre petaco y monedas, normalmente se utilizaba, el “ojo de buen cubero”. Si no había acuerdo, se medía "a cuartas" (mano extendida, lo cual se prestaba a trampas, según el interés que hubiera en tensar la mano). Y en último término, a veces había que recurrir a un palo o tabla que hubiera por allí.