Contra el edificio, para que el balón no se fuera muy lejos cuando tirábamos a portería, solíamos organizar “recopas” con un portero neutral y dos equipos de dos o tres jugadores. Las reglas, aprobadas por la UEFA y en trámite de aprobación por la FIFA, eran tres y muy básicas por cierto: echar a pies para formar los equipos, a los tres corners, un penalty y el controvertido “ ¡mano, penalty, lo tiro!”