Compramos energía a futuro

MALVA: Por ejemplo, recuerdo que cuando vivía en la calle...

Por ejemplo, recuerdo que cuando vivía en la calle del Ochavo, venían a trasnochar a nuestra casa, los vecinos: María, Nino y Araceli. Como no teníamos teléfono ni fijo ni móvil, dábamos unos golpes en el zócalo de la pared medianera y al poco rato llegaban a sentarse con nosotros. También me acuerdo de cuando iba a casa de mi tía Carmen y mi tío Andrés (siempre los llamé tíos) a ver la tele. Por lo visto les tocó la lotería y compraron una. Yo me sentaba en el suelo, entre la camilla y la tele, mirando para arriba hasta acabar con dolor de cuello, pero no me perdía a Pepe Martín en la novela de “El Conde de Montecristo”. Aprovechando el tirón de aquellas novelas que echaban, a mi padre se le ocurrió llamar a la casa de mi tía Carmen, “La casa de los siete callas”, porque cuando empezaba algo que quisiéramos escuchar, uno tras otro íbamos pidiendo, ¡calla!; y otro, ¡calla!; y más allá otro, ¡calla!...