Comienza la santa Semana
El Obispado de Zamora emitió el pasado mes de diciembre un decreto en el que señala que la Hermandad de Penitencia deberá admitir el ingreso en la lista de espera de la mujer que lo solicitó en marzo de 2007. Dicho decreto fue enviado al presidente de la Cofradía, Antonio Martín Alén y a la propia interesada, que, hasta el momento, ha manifestado su deseo de permanecer en el anonimato.
El presidente de la Hermandad de Penitencia confirmó ayer la convocatoria de una asamblea extraordinaria que se celebrará el próximo martes (día 13 de enero) en la que propondrá a los hermanos si recurren o no el decreto del Obispado. «Creo que la asamblea tiene que decidir si recurrimos o no, porque lo hemos consultado y el decreto no es vinculante, porque no lo firma el Obispo, es un defecto de forma», indicó.
Sin embargo el vicario judicial del Obispado no opina lo mismo. Juan González afirmó rotundamente ayer que «sólo estamos haciendo cumplir los estatutos de la propia cofradía, en los que se habla de fieles laicos, y eso incluye a hombres y mujeres. Por lo tanto la asamblea no puede tomar una decisión en contra de la ley». El vicario judicial insistió en que «el Obispado sólo dice que hay que cumplir los estatutos». Además, González afirmó que «por supuesto que el decreto es vinculante y válido porque lo firmo yo, que soy el vicario judicial». En cuanto al tema del recurso, González subrayó que «por muchas vueltas que den están perdiendo el tiempo, pueden recurrir todo lo que quieran, que nadie les va a dar la razón, porque están luchando contra la ley».
Juan González quiso aclarar también que en este caso «no caben interpretaciones, los estatutos son claros y es muy triste que estos señores se estén empeñando en ir contra sus propias normas». El vicario opinó que el caso sería distinto si la aspirante a hermana «no cumpliera las condiciones necesarias. Por ejemplo, que no estuviera bautizada, o que fuera de otra religión, que no es el caso». Otra posibilidad para impedir la entrada de esta mujer en la cofradía sería cambiar los estatutos pero «a estas alturas el Obispado no lo permitiría ya que iría en contra del Derecho Canónico y del propio estatuto marco».
Así pues, todo parece indicar que las mujeres que lo deseen podrán ingresar en la Hermandad de Penitencia, aunque, de momento, sólo lo harán en su lista de espera.
Este es el segundo conflicto sobre admisión de mujeres en cofradías en el que se ve implicado el presidente de la Hermandad, Antonio Martín Alén, que también es presidente de la Cofradía del Cristo de Valderrey, que tampoco admite mujeres. Aunque «yo no he defendido la opinión de la no inclusión», aseguró.
El anterior presidente de la Cofradía y actual vicepresidente, Antonio Mª Pastor, llevó el caso de la petición de ingreso de esta mujer, avalada por dos hermanos, ante la asamblea general en febrero del año pasado y se encontró con una negativa mayoritaria. 31 votos en contra, 21 a favor y dos en blanco, fue el resultado de la votación. Por supuesto, fue secreta.
Antes de la votación se debatieron muchos temas. El más controvertido fue el de la vestimenta. Algunos cofrades propusieron que en el caso de que se admitiera a las mujeres estas deberían desfilar con el traje tradicional alistano femenino para «no parecer travestidas» con la tradicional capa parda.
Hasta este momento, el Obispado no se había pronunciado de forma tan clara a favor de la integración y ha sido necesario que las mujeres, ésta persona en concreto, hiciera valer sus derechos ante el Tribunal Eclesiástico. El vicario general de la Diócesis, Juan Luis Martín llegó a declarar que era «necesario» que Las Capas se abriera a la mujer pero «no obligatorio». Aunque los hermanos se pronunciaron en contra, el error no está en el resultado sino en someter a votación algo en lo que la asamblea «no es soberana, ya que la decisión va en contra de los estatutos y eso no se puede permitir», aclara el vicario judicial, Juan González.
La aspirante engrosará la lista de espera junto a más de 470 hermanos
La mujer que ha solicitado su entrada en la Hermandad de Penitencia es hija de cofrade. En febrero de 2005 la asamblea de la cofradía del Santísimo Cristo del Amparo decidió eliminar la lista que favorecía a los hijos de los cofrades. El proceso de unificación de las dos listas duró tres años y finalizó el año pasado. Esto supone que la nueva aspirante a cofrade no podrá tener privilegios a la hora de entrar en la cofradía y pasará a engrosar la larga lista de espera que asciende a más de 470 hermanos, según indicó el presidente de la Hermandad, Antonio Martín Alén. Es decir, que teniendo en cuenta que cada año entran como mucho tres o cuatro hermanos, podría estar en la lista de espera «unos 25 años». El máximo responsable de la cofradía mostró ayer su preocupación porque cada vez «desfilamos menos hermanos». El año pasado se numeraron los faroles y «nos sobraron 20, es decir que desfilamos unos 130». Alén tiene previsto proponer a la asamblea más adelante una solución para admitir a los hermanos de la lista de espera y pensar en soluciones para el desfile. «Por ejemplo, podríamos sortearlo todos los años», indicó. Si se hace así, puede que la aspirante tenga más suerte y tenga que esperar mucho menos para desfilar junto al Cristo del Amparo.
El Obispado de Zamora emitió el pasado mes de diciembre un decreto en el que señala que la Hermandad de Penitencia deberá admitir el ingreso en la lista de espera de la mujer que lo solicitó en marzo de 2007. Dicho decreto fue enviado al presidente de la Cofradía, Antonio Martín Alén y a la propia interesada, que, hasta el momento, ha manifestado su deseo de permanecer en el anonimato.
El presidente de la Hermandad de Penitencia confirmó ayer la convocatoria de una asamblea extraordinaria que se celebrará el próximo martes (día 13 de enero) en la que propondrá a los hermanos si recurren o no el decreto del Obispado. «Creo que la asamblea tiene que decidir si recurrimos o no, porque lo hemos consultado y el decreto no es vinculante, porque no lo firma el Obispo, es un defecto de forma», indicó.
Sin embargo el vicario judicial del Obispado no opina lo mismo. Juan González afirmó rotundamente ayer que «sólo estamos haciendo cumplir los estatutos de la propia cofradía, en los que se habla de fieles laicos, y eso incluye a hombres y mujeres. Por lo tanto la asamblea no puede tomar una decisión en contra de la ley». El vicario judicial insistió en que «el Obispado sólo dice que hay que cumplir los estatutos». Además, González afirmó que «por supuesto que el decreto es vinculante y válido porque lo firmo yo, que soy el vicario judicial». En cuanto al tema del recurso, González subrayó que «por muchas vueltas que den están perdiendo el tiempo, pueden recurrir todo lo que quieran, que nadie les va a dar la razón, porque están luchando contra la ley».
Juan González quiso aclarar también que en este caso «no caben interpretaciones, los estatutos son claros y es muy triste que estos señores se estén empeñando en ir contra sus propias normas». El vicario opinó que el caso sería distinto si la aspirante a hermana «no cumpliera las condiciones necesarias. Por ejemplo, que no estuviera bautizada, o que fuera de otra religión, que no es el caso». Otra posibilidad para impedir la entrada de esta mujer en la cofradía sería cambiar los estatutos pero «a estas alturas el Obispado no lo permitiría ya que iría en contra del Derecho Canónico y del propio estatuto marco».
Así pues, todo parece indicar que las mujeres que lo deseen podrán ingresar en la Hermandad de Penitencia, aunque, de momento, sólo lo harán en su lista de espera.
Este es el segundo conflicto sobre admisión de mujeres en cofradías en el que se ve implicado el presidente de la Hermandad, Antonio Martín Alén, que también es presidente de la Cofradía del Cristo de Valderrey, que tampoco admite mujeres. Aunque «yo no he defendido la opinión de la no inclusión», aseguró.
El anterior presidente de la Cofradía y actual vicepresidente, Antonio Mª Pastor, llevó el caso de la petición de ingreso de esta mujer, avalada por dos hermanos, ante la asamblea general en febrero del año pasado y se encontró con una negativa mayoritaria. 31 votos en contra, 21 a favor y dos en blanco, fue el resultado de la votación. Por supuesto, fue secreta.
Antes de la votación se debatieron muchos temas. El más controvertido fue el de la vestimenta. Algunos cofrades propusieron que en el caso de que se admitiera a las mujeres estas deberían desfilar con el traje tradicional alistano femenino para «no parecer travestidas» con la tradicional capa parda.
Hasta este momento, el Obispado no se había pronunciado de forma tan clara a favor de la integración y ha sido necesario que las mujeres, ésta persona en concreto, hiciera valer sus derechos ante el Tribunal Eclesiástico. El vicario general de la Diócesis, Juan Luis Martín llegó a declarar que era «necesario» que Las Capas se abriera a la mujer pero «no obligatorio». Aunque los hermanos se pronunciaron en contra, el error no está en el resultado sino en someter a votación algo en lo que la asamblea «no es soberana, ya que la decisión va en contra de los estatutos y eso no se puede permitir», aclara el vicario judicial, Juan González.
La aspirante engrosará la lista de espera junto a más de 470 hermanos
La mujer que ha solicitado su entrada en la Hermandad de Penitencia es hija de cofrade. En febrero de 2005 la asamblea de la cofradía del Santísimo Cristo del Amparo decidió eliminar la lista que favorecía a los hijos de los cofrades. El proceso de unificación de las dos listas duró tres años y finalizó el año pasado. Esto supone que la nueva aspirante a cofrade no podrá tener privilegios a la hora de entrar en la cofradía y pasará a engrosar la larga lista de espera que asciende a más de 470 hermanos, según indicó el presidente de la Hermandad, Antonio Martín Alén. Es decir, que teniendo en cuenta que cada año entran como mucho tres o cuatro hermanos, podría estar en la lista de espera «unos 25 años». El máximo responsable de la cofradía mostró ayer su preocupación porque cada vez «desfilamos menos hermanos». El año pasado se numeraron los faroles y «nos sobraron 20, es decir que desfilamos unos 130». Alén tiene previsto proponer a la asamblea más adelante una solución para admitir a los hermanos de la lista de espera y pensar en soluciones para el desfile. «Por ejemplo, podríamos sortearlo todos los años», indicó. Si se hace así, puede que la aspirante tenga más suerte y tenga que esperar mucho menos para desfilar junto al Cristo del Amparo.