Tierra el pan.
Ser el zangarrón es una sensación muy grande para los que somos de Montamarta.
Pedro Pelaz Folgado, de 18 años, será mañana el zangarrón del "Día del Año" de Montamarta. Revive una tradición que ya han disfrutado su hermano y algunos familiares. Asegura que espera con ilusión la llegada del 1 de enero y quiere dejar un buen recuerdo entre sus vecinos.
- ¿Qué supone para un joven ser el zangarrón?
- Es una experiencia que siempre he querido tener desde que era pequeño y además es una tradición del pueblo que hay que mantener. Todos los que hemos nacido allí queremos ser zangarrón. Es una sensación muy grande para los que somos de Montamarta.
- ¿Cómo le eligieron?
- Soy el único quinto del pueblo y además los otros que son de fuera no querían ser.
- ¿Tiene antecedentes familiares que hayan lucido la máscara?
- Sí. Mi primo Santiago, mi hermano y otros dos primos, Sebastián y Marcos.
- ¿Ya ha comprado los ropajes?
- Sí, ya está todo preparado en casa para llevarlo cuando me vistan.
- ¿Qué plan tiene para hoy?
- Dormir bastante, levantarme tranquilamente, sentarme en el sofá y esperar a que me vayan a buscar los quintos sobre las cinco y media para vestirme.
- ¿Se ha entrenado?
- Sí. He estado dos semanas tocando los cencerros y dos meses corriendo para hacer bien el recorrido.
- ¿Le han dado algún consejo?
- Sí, ya estuvo en casa el señor Tano (persona que viste al zangarrón en Montamarta).
- ¿Cree que el pueblo va a ser generoso en estos tiempos de crisis?
- Creo que sí, a pesar de la crisis. Aún así me veo como el zangarrón de la crisis.
- ¿Estudia?
- Arquitectura en Valladolid.
- ¿Ha contado entre sus compañeros, que va a representar esta ancestral mascarada en su pueblo?
- Sí, pero no tienen ni idea. Les he explicado que es una tradición del pueblo, pero a pesar de ello es muy difícil imaginárselo para aquellos que no saben lo que es, ni lo que supone para un joven del pueblo representarlo.
- ¿Cuántos quintos son este año?
- Somos diez en total. Siete chicas y tres chicos.
- ¿Cómo ve el futuro del zangarrón?
- Por el momento hay chicos, pero más adelante a lo mejor la cosa se pone cruda porque no hay muchos niños en el pueblo.
- ¿Cree que se podría hacer algo para relanzar la figura del zangarrón como han hecho en otras localidades de la provincia?
- Opino que sí. Pero yo creo que eso deben de tenerlo en cuenta las instituciones que son las que deben solicitarlo. Deberían estar implicados el Ayuntamiento y alcalde. La pasada corporación intentó algo, pero ahora desconozco cómo puede estar este asunto.
De la Opinion de Zamora
Ser el zangarrón es una sensación muy grande para los que somos de Montamarta.
Pedro Pelaz Folgado, de 18 años, será mañana el zangarrón del "Día del Año" de Montamarta. Revive una tradición que ya han disfrutado su hermano y algunos familiares. Asegura que espera con ilusión la llegada del 1 de enero y quiere dejar un buen recuerdo entre sus vecinos.
- ¿Qué supone para un joven ser el zangarrón?
- Es una experiencia que siempre he querido tener desde que era pequeño y además es una tradición del pueblo que hay que mantener. Todos los que hemos nacido allí queremos ser zangarrón. Es una sensación muy grande para los que somos de Montamarta.
- ¿Cómo le eligieron?
- Soy el único quinto del pueblo y además los otros que son de fuera no querían ser.
- ¿Tiene antecedentes familiares que hayan lucido la máscara?
- Sí. Mi primo Santiago, mi hermano y otros dos primos, Sebastián y Marcos.
- ¿Ya ha comprado los ropajes?
- Sí, ya está todo preparado en casa para llevarlo cuando me vistan.
- ¿Qué plan tiene para hoy?
- Dormir bastante, levantarme tranquilamente, sentarme en el sofá y esperar a que me vayan a buscar los quintos sobre las cinco y media para vestirme.
- ¿Se ha entrenado?
- Sí. He estado dos semanas tocando los cencerros y dos meses corriendo para hacer bien el recorrido.
- ¿Le han dado algún consejo?
- Sí, ya estuvo en casa el señor Tano (persona que viste al zangarrón en Montamarta).
- ¿Cree que el pueblo va a ser generoso en estos tiempos de crisis?
- Creo que sí, a pesar de la crisis. Aún así me veo como el zangarrón de la crisis.
- ¿Estudia?
- Arquitectura en Valladolid.
- ¿Ha contado entre sus compañeros, que va a representar esta ancestral mascarada en su pueblo?
- Sí, pero no tienen ni idea. Les he explicado que es una tradición del pueblo, pero a pesar de ello es muy difícil imaginárselo para aquellos que no saben lo que es, ni lo que supone para un joven del pueblo representarlo.
- ¿Cuántos quintos son este año?
- Somos diez en total. Siete chicas y tres chicos.
- ¿Cómo ve el futuro del zangarrón?
- Por el momento hay chicos, pero más adelante a lo mejor la cosa se pone cruda porque no hay muchos niños en el pueblo.
- ¿Cree que se podría hacer algo para relanzar la figura del zangarrón como han hecho en otras localidades de la provincia?
- Opino que sí. Pero yo creo que eso deben de tenerlo en cuenta las instituciones que son las que deben solicitarlo. Deberían estar implicados el Ayuntamiento y alcalde. La pasada corporación intentó algo, pero ahora desconozco cómo puede estar este asunto.
De la Opinion de Zamora