Yo no me acordaba de tantas parejas. Que tia.
Llegó un circo a Malva, hace muchos, muchos años y la función era en al salón de baile de Angélico. Pedimos a nuestros respectivos padres el permiso oprtuno y las dos pesetas que costaba entrar al evento. El circo como tal era un paisano muy delgado, con gran bigote que tenía una cabra y supuestamente la hacía subir a una silla.
Digo supuestamente, poruqe a aquella actuación solo fuimos cuatro muchachos y dado el éxito obtenido con la venta de entradas, el dueño de la cabra dio por suspendida la...
En esa época las parejas eran esas y Tomasín y Anselma, Rosina y Jesús, Concha y Leoncio, Josefa y su esposo el de Villalube, que se me acaba de olvidar el nombre, teodosia y José. También estaban Jacinta y Tina que bailaban juntas y Josefa la de Laude con manuela que alegraban el baile porque eran muy graciosas y nos daban mucha caña a las niñas.
Los domingos en el baile, nos cobraba la Sra. Laureana una peseta por entrar. No para bailar, porque lo único que haciamos era jugar a pillar entre las parejas consolidadas de el época como Eulogio y Ene, Isidro y Sra. y alguna más.
Las de la plazuela las cruzábamos para ir los domingos al baile de Angélico y también cuando íbamos al bar de Bigotes, cuando vivian en la casa de Crucita; o para ir a la cantina de la Sra fermina acomprar cacahuetes
Llegó un circo a Malva, hace muchos, muchos años y la función era en al salón de baile de Angélico. Pedimos a nuestros respectivos padres el permiso oprtuno y las dos pesetas que costaba entrar al evento. El circo como tal era un paisano muy delgado, con gran bigote que tenía una cabra y supuestamente la hacía subir a una silla.
Digo supuestamente, poruqe a aquella actuación solo fuimos cuatro muchachos y dado el éxito obtenido con la venta de entradas, el dueño de la cabra dio por suspendida la...
En esa época las parejas eran esas y Tomasín y Anselma, Rosina y Jesús, Concha y Leoncio, Josefa y su esposo el de Villalube, que se me acaba de olvidar el nombre, teodosia y José. También estaban Jacinta y Tina que bailaban juntas y Josefa la de Laude con manuela que alegraban el baile porque eran muy graciosas y nos daban mucha caña a las niñas.
Los domingos en el baile, nos cobraba la Sra. Laureana una peseta por entrar. No para bailar, porque lo único que haciamos era jugar a pillar entre las parejas consolidadas de el época como Eulogio y Ene, Isidro y Sra. y alguna más.
Las de la plazuela las cruzábamos para ir los domingos al baile de Angélico y también cuando íbamos al bar de Bigotes, cuando vivian en la casa de Crucita; o para ir a la cantina de la Sra fermina acomprar cacahuetes