Mira que yo me quejo, que si el sol, que si el calor, que si el frio. Va, esto no es nada comparado con lo que hacían los nuestros. Mira tu padre y tu tio siempre a vueltas con las ovejas y apleno sol, o tu madre ayudandole en todo, y aún les sobraba tiempo para coser y sentarse un poco a la cochera con un pañuelo a la cabeza a remendar nuestras cosas.
Ya te digo maja, y encima siempre de buen humor.