Otro rifirrafe famoso fue el que tuvo Eulogio con los de
Vezdemarbán en
la era de Teógenes, junto a la caseta de Antonio el de Teonila que, a veces, se usaba de vestuario. Había mucha rivalidad con los del
pueblo de Anfiloquio, del Robusquiño y de Gregorio el Dificilísimo. Allí fuimos una vez a jugar en una era que estaba en la parte de arriba de un teso y, cuando se iba el balón fuera del
campo, había que echar el pregón pa que alguien nos lo devolviera. Después nos quedamos al
baile y tuvimos que
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