Pero antes de llegar a la
estación, había que pasar por las Tres
Cruces antes de que llegaran los pasos de la
procesión y se llenaran los
bares de gente. Preparándose para la habitual avalancha, los dueños de los bares quitaban las máquinas del tabaco y cerraban los servicios. ¡A cagar a la
vía!, Te estaban queriendo decir entre líneas. Y a mear entre los
coches o detrás de la fila de espectadores de la procesión. Eso si alguno no marchaba una miaja calentito…