Compramos energía a futuro

MALVA (Zamora)

nevada
Foto enviada por mjl

Respecto a lo del donut de JMG, me gustaría preguntarle dónde se encuentra Iñaqui, en el momento de la alucinación. Es por ubicar mejor lo del agujero, con perdón de la palabra.
Crónicas de una letra minúscula.

Un rosco un poco raro.

Solo me ocurre algunos Sábados, algunos Domingos o algunas fiestas de guardar.
No sé exactamente que es, no sé sí es una sensación o una ilusión, no sé sí es virtual, óptica, física, química, incluso matemática o de otra naturaleza.
Tampoco sé sí solo me pasa a mí, por eso lo cuento.
Cuando té despiertas por la mañana, esos días que no tienes que madrugar, y té quedas un rato más en la cama.
Echado y poniéndote boca abajo, apoyando ... (ver texto completo)
A mí eso no me ha pasado nunca, pero es porque nunca estoy en la cama un ratito más, pero sólo por curiosidad veo a comprobarlo y ya os contaré-
Crónicas de una letra minúscula.

Un rosco un poco raro.

Solo me ocurre algunos Sábados, algunos Domingos o algunas fiestas de guardar.
No sé exactamente que es, no sé sí es una sensación o una ilusión, no sé sí es virtual, óptica, física, química, incluso matemática o de otra naturaleza.
Tampoco sé sí solo me pasa a mí, por eso lo cuento.
Cuando té despiertas por la mañana, esos días que no tienes que madrugar, y té quedas un rato más en la cama.
Echado y poniéndote boca abajo, apoyando ... (ver texto completo)
Crónicas de una letra minúscula.


Una de Marcos Mateos.

Marcos Mateos vivía al lado de la iglesia, en la casa donde actualmente viven Paca y Manolo, antes vivió aquí mi tía Utiquia, o la “señorita Utiquia”, como así la llamaban por quedar soltera, hija de Marcos, otros hijos de éste fueron D. Isidoro, Bernardino, Luis, Teodoro y Concepción, esta última fue la que se caso en segundas nupcias con el tío Perico.
Marcos Mateos tenía fama de hombre muy listo e ingenioso, y siempre le cosían ... (ver texto completo)
La crónica de hoy es verdad, está escrita muy superior. A mí me ha dado un poco de tristeza, no sé por qué, porque la verdad, al no vivir por esa zona yo no he tenido una especial relación con ellos, pero sí los recuerdo perfectamente.
Hola placentina. Pues te diré que al acabar la misa, estuvimos hablando con el cura porque es muy amigo de mi hermano, y nos estuvo diciendo que casi se emocionaba del subidón, del gentío que se había incorporado, y eramos dos... ¡no te digo más!
Pues verás cuando pasen unos días más y vayamos todos en tropel, le da un patatús.
Hola placentina. Pues te diré que al acabar la misa, estuvimos hablando con el cura porque es muy amigo de mi hermano, y nos estuvo diciendo que casi se emocionaba del subidón, del gentío que se había incorporado, y eramos dos... ¡no te digo más!
Buenos días: Jmg, muy bien escrita tu crónica y tan bien descrita la estancia de Goyo y Consuelo que nada más empezar a leer supe de quien era la casa. Yo también tengo recuerdos infantiles muy entrañables de los dos, porque Goyo estuvo ajustado con mi padre también. Digo yo que la hermana que sirvió el cocido a tus tias debía de ser la Sra Aurelia, la madre de Emerita, que tenía un poco de mala leche.
Resulta que el sábado dormí en Malva, con manta, como barruntaba Msol. Entre el sábado y el domingo, estuve en los dos sitios donde puede haber gente, (en el bar y en misa) y entre los dos no sacamos gente pa presentar ni a Ronaldo, ni a Kaká.
Crónicas de una letra minúscula.

No se podía comer todos los días chorizo.

No hubo un solo día, de los que entré en aquella casa, que no saliera con alguna galleta, algún bollo, un caramelo, o alguna moneda menor, siempre salía con alguna golosina.
Al traspasar el umbral de la puerta, de la puerta de postigo, parecía como que, de pronto desapareciera la luz, el zaguán siempre estaba lóbrego, faltaba claridad, un pequeño pasillo, daba paso al fondo a la cocina, con su lumbre baja de paja ... (ver texto completo)
Y esta foto la envié yo pero es de FUNCOR, sobrino de Don Pmpilio.
Crónicas de una letra minúscula.

Yo soy el sobrino de Don Pompílio

Ya había quedado el 600, atrás, en unas alcantarillas de la carretera de Villalpando, yo me libré, ese día por tomar las de Toro, las rutas de Toro, se entiende.
Aquel día íbamos con el flamante y recién estrenado Ford Fiesta, mil cien centímetros cúbicos americanos, todos juntos y preparados a la sazón para ir de fiesta. Funcor y yo carretera de Zamora. Ya en la capital, en “el caballo”, parada obligatoria, tomando unos ... (ver texto completo)
Al principio me costaba un poco identificar a los personajes, por los nombres, porque todavía el inglés, bueno, pero el sueco, el mismo nombre lo leo de manera diferente cada vez. Al estilo español tampoco se puede porque ya me diréis cómo se lee a lo español por ejemplo Blomkvist, y no es de los más difíciles.
Crónicas de una letra minúscula.


De cómo se harto un novio de ver mosaico.

En Malva por aquella época los suelos de las casas eran de baldosas rojizas, de barro cocido, y los que no, eran de barro, éste se hacía cribando tierra con una ceranda de grano fino, mezclado con paja también fina, “la pusía”, y agua. En algunas entradas había pisos de canto rodado, pequeño y pegado con barro. A las baldosas se les hacía un mantenimiento de año en año, con un tinte rojo, que te ponía las manos ... (ver texto completo)
Crónicas de una letra minúscula.


La cría de pájaros.

De pequeños, una de las cosas que más nos gustaba era criar pájaros, así lo llamábamos nosotros.
Nos daba igual un pardal, que un águila real.
Que ilusión nos hacía, por lo menos a mí, cuando venía mi padre de las tierras, de las tareas del campo por la noche. Iba corriendo a abrirle las cocheras, esperando que me dijera que mirara en el cajón de la herramienta del tractor. Allí es donde guardaba alguna pieza si la fortuna para ... (ver texto completo)