A mi si que me dan lástima los corderos, pero están tan ricos, que a ver cómo no los pruebas. Me daba mucha pena del que me regalaban mis tios pastores, unos días antes de
Navidad, porque después de haberlo medio criado, me encariñaba con él y no quería que me lo mataran.
Pero, sin duda, lo más impresionante fue ver matar, en un matadero, unos 200 corderos en menos de 5 minutos y sin oir ni un simple balido. Pobres animalitos.