A ese señor del que hablas, Diego, lo he conocido yo, ha trabajado muchos años en una farmacia en Santa Clara. Ahora ya debe de estar muy mayor, hace mucho que no se le ve por ahí.
He estado sacando ropa y calzado de algo de abrigo porque el día menos pensado nos cae una jabarda buena y nos pilla en sandalias, y luego pasa lo que pasa, que la mangamos. Este tiempo de entretiempo, que ni es entretiempo ni es nada es el peor. Si te abrigas mal y si no te abrigas también.
Ahora miro en el diccionario de latin y te digo si encuentro algo.
- ¿Marchamos?
- ¡Venga, hasta luego!
... y Pedro, desde dentro de la barra, advirtiendo que ninguno habíamos pagado, gritó:
- ¿Y quién coge esta vuelta?.