MALVA (Zamora)

Hoy he venido sin ganas de trabajar y me estoy notando que no hago más que mirar los papeles, pero nada.
Voy a ver si me concentro un poco, que estoy un poco despistada.

Chema, estas por ahí?
Seguro que en Bnvnte hoy hace un frío que pela la nariz. Seguro que no anda nadie por la mota.

CRÓNICAS DE UN PUEBLO
Cuando recojan la siguiente ensaladera, nuestros tenistas deberían saber el porque del dominio español en la tierra batida. Porque sí, ahora mucho ¡podemos!, mucho ¡la roja! y mucho ¡oe, oe, oe!, pero si no es porque, en la década de los setenta, unos cuantos muchachos de Malva pusieron la semillita, ¡a ver de qué!.

Hay crónicas de aquella época gloriosa y a ellas remito al que tenga algún interés sobre el palmarés de Malva tanto en liga como champions. Yo recuerdo alguna gesta deportiva en la era de Manolo, el padre de Cele, entre la caseta de Félix “Matagatos” y la de Antonio, el de Teonila y hasta en el prao de “La revuelta” además de la mencionada era de Zenón.

Hola, Chema

Estamos por aquí algunos, pero otros estarán de puente

A ver si por esta miaja hueco que he encontrado, puedo desearos buen fin de semana, aunque tampoco sería descabellado que metierais, un rato, el burro en casa y saludarais, aunque na más sea dar de mano. Que en la calle va hacer frío de narices y se está mu ricamente sentao al brasero, en la camilla, y con el foro abierto. Saludos y lo dicho ¡buen fin de semana!.

H. C. cuanto me alegro que te asomes por aqui, lo de patinas, aclarado, un beso para ti y tu familia

Buenas noches. ¡Que pena no coincidir contigo, Loly!
H. C., bien hallado, muchas gracias por tus explicaciones. Un abrazo para toda la familia.

H. C. cuanto me alegro que te asomes por aqui, lo de patinas, aclarado, un beso para ti y tu familia

Bueno pa lo que he traido bastante llevo, hoy me toca trabajar de noche, asi que hasta otro rato, un beso

Heli me acuerdo perfectamente de la tabarra de las latas, y sobre todo de Esteban, lo de la centerrada a mi casi me la dan, lo digo por lo de la edad, por que no me case a los 21....... y lo de los zachos no sabia yo de donde venia el nombre

H. C. cuanto me alegro que te asomes por aqui, lo de patinas, aclarado, un beso para ti y tu familia

Estábamos en vísperas y nos disponíamos a velar las armas de la cencerrada envainadas por la bronca de María. Una lástima que aquellas viejas cazuelas llenas de cantos y tapadas a modo de maracas, aquellas tapaderas a modo de platillos, aquellas latas de arroba del escabeche a modo de tamboril, se quedaran allí tiradas durmiendo el sueño de los justos. ¡Qué coños de dormir ni de sueños!. Esteban cogió su bombo, que no era sino la tapadera recortada de un bidón de gasoil con una cuerda metida por ... (ver texto completo)

Heli me acuerdo perfectamente de la tabarra de las latas, y sobre todo de Esteban, lo de la centerrada a mi casi me la dan, lo digo por lo de la edad, por que no me case a los 21....... y lo de los zachos no sabia yo de donde venia el nombre

Lo siento porque están siendo un poco guarros y estamos en horario infantil pero es que me estoy revolcando con ellos. Después os pongo unos villancicos.

Un hombre entra en un restaurante y ve a una mujer muy bonita sola en una mesa. Se aproxima y pregunta:
- Disculpe señorita, he visto que está usted sola, ¿puedo sentarme y hacerle compañía?
La mujer escandalizada, se pone de pie y responde gritando:
- ¿Usted está loco?, pero ¿qué se piensa que soy?
Todo el restaurante lo escucha y el hombre sin saber que cara poner contesta:
- Disculpe yo sólo quería hacerle compañía.
A lo que la mujer responde dándole una bofetada al hombre:
- Y encima ... (ver texto completo)

Se trata de un antiguo compañero de Herminio, del Instituto de Medina del Campo, que tuvo algún problemilla coronario y desde entonces reconoce que la séptima lamparilla de chorizo, la sexta de salchichón y el cuarto torresnillo, para él, es veneno.

Es que en la calle no hay quien pare

pero ¡dónde andáis?

Estábamos en vísperas y nos disponíamos a velar las armas de la cencerrada envainadas por la bronca de María. Una lástima que aquellas viejas cazuelas llenas de cantos y tapadas a modo de maracas, aquellas tapaderas a modo de platillos, aquellas latas de arroba del escabeche a modo de tamboril, se quedaran allí tiradas durmiendo el sueño de los justos. ¡Qué coños de dormir ni de sueños!. Esteban cogió su bombo, que no era sino la tapadera recortada de un bidón de gasoil con una cuerda metida por ... (ver texto completo)